El mundo se enteró por primera vez de casos de un nuevo coronavirus el 31 de diciembre de 2019. En solo dos meses, la Organización Mundial de la Salud había declarado una pandemia global. El impacto en la economía mundial fue instantáneo, como explica el Foro Económico Mundial:
La pandemia de COVID-19 ha afectado al comercio y la inversión mundiales a una velocidad y escala sin precedentes. Las empresas multinacionales enfrentaron un shock inicial de oferta y luego un shock de demanda a medida que cada vez más países ordenaban a la gente que se quedara en casa. De repente, los gobiernos, las empresas y los consumidores individuales tuvieron dificultades para adquirir productos y materiales básicos y se vieron obligados a afrontar la fragilidad de la cadena de suministro moderna.
Ahora que nos acercamos al verano, las cadenas de suministro todavía no se sienten completamente seguras. Los pronósticos económicos parecen bastante sombríos a medida que las naciones que salen del bloqueo intentan reactivar sus economías. El mercado de valores, sin embargo, ha deparado algunas sorpresas en medio de la crisis.
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